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El valor de pintar hojas para aprender acuarela

hace 3 aƱos

La acuarela es muy versátil en muchos sentidos, pues hay muchísimas formas de trabajar con ella. 

Existen unos principios estables, como por ejemplo que se pinta sobre papel, que el agua es el vehículo que se usa para mover la pintura, o que vamos construyendo la imagen desde la luz -que es el blanco del papel- hacia los contrastes y la oscuridad dados por las capas de pintura. 

Su plasticidad nos permite realizar obras hiperrealistas y también aguadas muy abstractas, sugerir paisajes a través de manchas, ilustrar cuentos, crear patrones geométricos…la lista es interminable.

Sin embargo, uno de los aspectos que más me apasionan y sorprenden, es que la acuarela ha sido el principal medio elegido durante la historia de Occidente y Oriente para ilustrar y dar color a hechos históricos, escenas religiosas, catálogos de objetos, libros y sobre todo, para registrar los paisajes, especies, piedras, la geografía, las personas y los procesos naturales en todo el mundo. 

Siendo un medio súper portátil y más fácil de manejar en términos logísticos, fue la gran protagonista de viajes y expediciones que cruzaron mares, selvas, montañas y desiertos en busca de todo eso desconocido y nuevo para los antiguos exploradores.

En este contexto, me encanta pensar que cuando pinto con acuarela estoy usando un material importante y significativo, que me conecta con otros tiempos.

Para entrar en sintonía con este ángulo, propongo dedicar un tiempo a ilustrar objetos naturales, como por ejemplo hojas.

Las hojas están presentes en la mayoría de las plantas que tenemos a nuestro alrededor, incluyendo ésas que comemos como una lechuga o un repollo. Están en las malezas de las veredas y en los árboles de las calles. Son muy triviales y a veces las interpretamos como una gran masa verde. Pero si nos detenemos a mirarlas las conocemos mejor, veremos que cada hoja es un mundo.

Observar y pintar hojas con acuarela es un proceso desafiante que te invita a aprender un poco de botánica, dibujo y color. 

Vas a encontrarte con que la variedad de verdes que observas es mucho más compleja y que quizás el color que sueles usar como “verde planta” no es el que se adapta mejor a lo que ves. También verás que las hojas se parecen pero son al mismo tiempo, muy distintas, y que necesitas pasar un tiempo dibujando y entendiendo lo que ves antes de poder pintar. 

Por otro lado, vas a encontrarte con que, a pesar de que la hoja es aparentemente plana, tiene partes cóncavas y otras convexas que no son tan sencillas de representar en la pintura.

Al pintar la hoja, usamos los mismos principios que para cualquier obra en este medio, pero con ciertas restricciones: aquí el agua tiene que ayudar a lograr la superficie de la hoja; las manchas y el azar van al servicio de lo representado. 

Las hojas de las plantas que te rodean pueden ser grandes maestras de pintura. Ellas te ayudarán a enfocarte, a lograr un método de trabajo, tu rutina y disciplina. 

Te invito a descubrir a través del estudio y los errores (¡algunos felices!), cómo lograr tus objetivos con la acuarela, la técnica artística que ha sido la compañera de miles de intrépidos artistas y naturalistas que como tú, quedaron maravillados con su brillo, versatilidad y simpleza.

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